Asistimos en ocasiones a situaciones extremas en nuestras vidas y una de ellas es sin ninguna duda la pérdida de un ser querido de alguien tan cercano a nosotros que con tan solo imaginar que físicamente ya no estará más a nuestro lado nos genera sentimientos tan profundos que pareciera nunca los vamos a superar, que se entienda que la llegada de la muerte es algo normal e inevitable y que solo nos queda asimilar, claro que la presencia de la pandemia y su ola de muertes ha roto la cadena natural de vida.
Somos unos convencidos que todo comienzo tiene un final y cumplimos el ciclo que nos marca nuestro paso terrenal, los invito a reflexionar sobre este tema para muchos seguramente nada agradable.
En esta ocasión tras estar meditando sobre el tema de la vida y la muerte, encontramos en nuestros archivos el escrito que compartiremos con ustedes y que pertenece al reconocido abogado DR. LIZANDRO ALVAREZ MARTÍNEZ, Promoción 1954 del GLORIOSO COLEGIO NACIONAL SAN JUAN DE TRUJILLO, y fundador de la AEAS TARAPOTO el 2009 (Asociación de ex alumnos sanjuanistas en Tarapoto), además ha sido columnista y articulista por muchos años en la revista El Tarapotino, méritos más que suficientes para la validez de su opinión en torno a la muerte y el temor a lo desconocido.
MÁS ALLA DE LA MUERTE
¿A que le tenemos más miedo? ¿A la muerte? Que error tan grande. Si para morir nacimos. Entonces, ¿qué? que muera uno, unos días antes o unos días después, siempre tiene uno que morir. Entonces, ¿a qué tenemos miedo? Además, la muerte es tan natural como el nacimiento. Entonces, si le tenemos miedo a la muerte, también debemos tener temor al nacimiento, pues son los extremos de un mismo fenómeno que se llama vida. ¿Tenerle miedo a la muerte?, ¿Por qué? si todo lo que nace tiene que morir. Las plantas nacen y mueren. Los mundos nacen y mueren. Esta misma tierra donde habitamos nació y un día será cadáver, quedará convertida en una nueva luna. Entonces, el temor a la muerte se debe a la ignorancia, porque uno siempre teme lo que desconoce. Esta serie de reflexiones nos hacen comprender que el misterio de la muerte es muy sagrado. Jamás podrá comprenderse el origen de la vida, el misterio de la vida, si antes no se ha comprendido – a fondo- el misterio de la muerte.
Cuando uno entiende de verdad los misterios de la muerte, entiende los misterios de la vida. Ver el cuerpo humano de un ser querido dentro del ataúd, o significa haber comprometido los misterios de la muerte. Pocos conocen esos misterios. Y es que la gente no le interesa comprender realmente el hondo significado de la muerte, porque la muerte está embotellada en lo desconocido, jamás quiere experimentar lo desconocido, lo real, lo verdadero.
Es muy triste realmente la existencia de aquellos que viven y mueren, sin haber conocido el motivo de su retorno, sin haber conocido la VERDAD sobre la muerte, sin saber lo que es intervalo entre la muerte y la concepción. Sin comprender por qué, al nacer un nuevo ser nos alegramos, nos regocijamos, y al morir gemimos, lloramos y desesperamos, algo que no pertenece al tiempo, y que sólo mediante la ciencia de la meditación podemos comprender. Ciencia que desgraciamente no es parte de nuestra educación y de nuestra cultura en la escuela, colegio o universidades, donde sólo se enseña lo que está de acuerdo a los intereses religiosos, políticos y sociales, lo que también nos hace entender que no todo es vano si hablamos de nuestro paso terrenal pero teniendo en cuenta de saber qué ES LO QUE SOMOS como lo resalta acertadamente.
REFLEXIÓN FINAL:
La repentina partida de muchos familiares, amigos y conocidos con una frecuencia inusitada ¿acaso nos está volviendo insensibles al dolor de la pérdida de un ser querido?, pareciera nos estamos acostumbrando a convivir con la muerte que nos está volviendo insensibles reitero, ya no sabemos a quién echarle la culpa, la pandemia incontenible, la ineficiencia de nuestras autoridades en todos los niveles, sumado a la irresponsabilidad de muchas personas, nos comienza a pasar factura y como decimos líneas arribas NOS ACOSTUMBRAMOS A CONVIVIR CON LA MUERTE y una más solo va a la estadística ¿acaso hasta que sea nuestro turno?, algo no está bien y creemos es momento de reflexionar de todo lo que está pasando y de cuya realidad no podemos estar exceptos, desde el lado que nos corresponde asumamos nuestra responsabilidad, creo que de nosotros ya solo depende.
Esperamos haber llenado el interés de muchos que siguen pensando en que su PASO POR LA VIDA ES SOLO DIVERSIÓN Y VIVIR EL MOMENTO AL MÁXIMO, ¿en todo caso que piensas de la vida y la muerte?, termínanos esta entrega consternado y acongojados por el fallecimiento absurdo (falta de una cama UCI paseando de hospital en hospital y de provincia en provincia luchando contra la maldita pandemia), de una gran persona, un excelente profesional en el campo de la educación y mejor amigo el Lic. HENRY ARÉVALO LOZANO, hombre de valía que pierde la ciudad de Lamas, imposible olvidar todo el apoyo recibido durante mi estadía en esa querida ciudad, descansa en paz amigo. (El Refugio del Puma: texto original 28 setiembre del 2016, revisado y actualizado)
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