HASTA PRONTO QUERIDA LETICIA…

Asistimos en ocasiones a situaciones extremas en nuestras vidas y una de ellas es sin ninguna duda la pérdida de un ser querido de alguien tan cercano a nosotros que con tan solo imaginar que físicamente ya no estará más a nuestro lado nos genera sentimientos tan profundos que pareciera nunca los vamos a superar, que se entienda que la llegada de la muerte es algo normal e inevitable y que solo nos queda asimilar, es la cadena natural de vida y somos unos convencidos que todo comienzo tiene un final y simplemente cumplimos el ciclo que nos marca nuestro paso terrenal.

Contarles que en los primeros minutos de hoy domingo 17 recibimos con mucho pesar la infausta noticia de la partida física de una gran persona, compañera de trabajo en su momento, responsable trabajadora en la Municipalidad Distrital de La Banda de Shilcayo y mejor madre, me refiero a LETICIA OLIVERA ROMERO o mejor simplemente LETI como la llamábamos en confianza, nosotros sorprendidos tal como le comentaba a su entrañable amiga y compañera de trabajo MERY FLORES, diciéndole que con LETI por la cercanía de nuestras viviendas (vecinos de barrio), tuvimos una amena conversación el pasado 26 de agosto sin presagiar absolutamente nada malo en su salud, salvo sus acostumbrados chequeos en la ciudad de Chiclayo.

Sin embargo, hoy el destino a escrito otro derrotero y su paso terrenal llegó a su final, terminó para ella, el dolor, las penas y preocupaciones, es su momento de la paz total y como suelo decir tan solo nos lleva la delantera pues de seguro que nos volveremos a encontrar.

Para terminar, decirles que no agrego ni quitó nada pues los excesos verbales cargados de loas y reconocimientos a estas alturas tras su partida física ya creo están de más, pero si quiero destacar una virtud en ella y me refiero a su EMPATIA con las personas muy difícil de encontrar por que el saber llegar y hacerse querer y estimar en nuestro tiempo sí que es bastante reitero harto difícil de encontrar y como también lo conversamos alguna vez con LETI y que resumía en lo siguiente “conocidos tenemos a montones, pero amigos o amigas de verdad ni con los dedos de las manos”, suerte la mía de haber estado en ese grupo privilegiado de los escogidos decirte que te sentaste en mi mesa y yo en la tuya y no solo para compartir un plato de comida sino también escuchar de nuestros problemas y como tratar de solucionarlos, por eso también te estaré agradecido.

Descansa en paz, LETICIA amiga querida, y término diciendo lo siguiente: El cielo ganó una estrella contigo y tu resplandor nunca se apagará, finalmente mucha fuerza a tus familiares a quienes de seguro estamos convencidos cuidarás y protegerás. Vivirás por siempre en nuestro recuerdo. Palabra de Puma.

LETICIA OLIVERA ROMERO, vivirás en nuestros recuerdos hasta que nos reencontremos.

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