Dos usuarias del programa Juntos han emprendido un exitoso negocio de venta de mascarillas en la localidad de Naranjos, distrito de Pardo Miguel. A pesar del estado de emergencia y de los escasos recursos que poseen, estas admirables madres logran con una fe inquebrantable, salir adelante con la venta de sus productos artesanales, demostrando que en la necesidad el ingenio es la mejor salida en los momentos de emergencia.
María Olga Tantalean Quiroz y Armandina Delgado Nolasco, son dos madres de Juntos que han decidido, a pesar de las limitaciones, iniciar este importante negocio, que les permite tener algunos ingresos para resistir esta pandemia, acatando las normas sanitarias que la nueva convivencia social impone.
Armandina, es una madre soltera, soporte de su familia, que se dedicaba antes de la pandemia al noble trabajo de costura, pero cuando inició el estado de emergencia se vio afectada en su negocio, por lo cual fruto de la necesidad y conociendo la demanda de mascarillas, encontraron con María, el negocio perfecto: la confección y venta de mascarillas.
“Han sido momentos muy difíciles, nos dimos cuenta que debíamos hacer algo para conseguir ingresos, es así que tras iniciado el estado de emergencia decidí que debíamos realizar mascarillas de tela, pero basándonos en todas las normas técnicas que decretó el gobierno. Nosotras utilizamos tipos de tela entre notex y polipima, recubierto de poliéster para garantizar la máxima seguridad” mencionó orgullosa Armandina.
Los productos que estas exitosas mujeres producen son requeridos por toda su localidad y poblados anexos, porque se conoce la buena calidad de elaboración. Armandina detalla que desde que iniciaron su emprendimiento, están elaborando alrededor de 30 más carillas cada 10 días.
Cabe señalar que el programa Juntos entrega un incentivo monetario a las familias usuarias siempre y cuando cumplan con el compromiso de enviar a sus hijos al colegio y llevarlos a los centros de salud. Sin embargo, durante el estado de emergencia este compromiso ha sido suspendido.
Muchas familias logran con gran sacrificio, ahorrar una pequeña parte de los abonos para luego iniciar algún tipo de emprendimiento que les permita a contribuir con la economía de su familia. (II.PJSM/jcdac)
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